miércoles, julio 15, 2009


Grito y me hago oir.


Paso firme, abajo la decadencia y el temor. Tomo por bandera la nostalgia del ayer, tras un fondo púrpura de lo que fue y no es hoy, de lo que fue, de quién fue y de quién soy. Mirando al frente llena mi alma el olor del mar, su color y la fuerza de las olas y las algas, de los recuerdos que esconde bajo la espuma blanca. Las lágrimas saltan cuando han de saltar, ellas también dan la fuerza, recubren el corazón fuerte y éste se espesa... Inspira y expira el aire que da vida, y que seguirá pasando a través de las venas... una y otra vez.


El sol tiñe las pestañas de quien lo mira y engrandece las raíces de la piel. Sentimientos primitivos levantan el bello de los brazos, aullidos eróticos se esconden tras los oídos, no se puede negar lo que se es. Sudor, tierra, agua y sangre mezclados levantan lo que haya por delante y evolucionan hasta alcanzar el destino, el futuro, el último rayo de sol.

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