martes, julio 28, 2009

La Seda en las hojas.


Tacones lejanos abajo, a lo lejos, en el pasillo donde tanto vivimos. Lazos de seda rosa al viento, y los rizos de cobre y la sonrisa aguardando su oportunidad... Arriba las sandalias con hojas en las suelas, alas presurosas al nuevo proyecto, casi ni la vió, pero le dejó la huella metálica a su paso.Otras manos nos acercaron por las sendas de la vida. No nos esperábamos, nadie nos hubiese esperado ni todavía nos esperan, porque nada tenemos que ver. Pero nos entendemos y nos damos vida. No nos influyen las otras almas, las personas que nos rodean, porque simplemente nos miramos y nos comprendemos.
El halo rosa, con lazos y perlas, danzando al son de la melancolía a la madre naturaleza, de su destino, del pasado, de lo que ha aprendido y de lo que enseña a los demás. Mira y sonrie, ahora sí. Ahora lo hace siempre y gusta porque transmite felicidad.
Las hojas verdes, con cordones de tierra y piedras de Jade, salta al sol con la fuerza que siente, con lo que le ha tocado en la vida, lee y también aprende. Mira recia al que le desafía y le planta las dos mejillas.
La vida nos dió la mejor oportunidad; encontrarnos un día, entendernos, comprendernos, labrar la amistad que salió de la nada y hacerla nuestra, decorada con recuerdos y miles de alegrías. Nos hemos mirado a los ojos serios, llorando de pena y de risa, ojos cobardes o lastimeros, ojos heridos, despreocupados... pero los ojos tuyos y míos.
Oda a las Power-Women

No hay comentarios:

Publicar un comentario