miércoles, julio 01, 2009

Homenaje a ella.

Homenaje es el que merece aquella que, para mí ha sido y es, la reina de las reinas, la Católica. Nacida el 22 de Abril de 1451 en Madrigal de Las Altas Torres, tuvo que lidiar con sus hermanos y con la hija ilegítima de uno de éstos hasta conseguir la corona, no sin antes huir para encontrarse con aquel al que amaba, Don Fernando de Aragón.

Miles de cosas se han dicho de ella, a cerca de su higiene y costumbres, modales y hábitos religiosos, algo fanáticos, si cabe decir. ¿Feliz?, no lo sabemos, no oso tampoco entrometerme en su vida privada, ¿somos felices con nuestras parejas?, ¿estamos obsesionados o maniáticos por alguna cosa que discurre en nuestra vida?, no cabe la opinión basada en el desconocimiento y en meras supocsiciones. No caben comentarios en vano sobre su persona, la de alma de hierro, la figura femenina que muchas quisiéramos tener, la que se enfrentó a un mundo de hombres y no bajó la cabeza.

Algunos incluso la tachan de racista por su tan nombrada persecución al mundo musulmán. Pero miremos atrás y pongámonos en el pellejo de la población medieval. En este caso, las contiendas otomanas revestían una causa universal, "la causa que ellos denominaban de Dios", tal como fue incluso el descubrimiento de América. Algo parecido, me atrevo a nombrar, cuando hoy en día son ellos los que arremeten contra los "infieles" (todos aquellos que no comparten su religión), y luchan por tan causa, algo parecido pero en el siglo XV.

La reina pedía continuamente, y en sus concilios está recogido, que no se hiciese mal alguno a los pobladores de "Las Indias", ni a sus bienes, ni a sus personas y que fueran tratados como españoles. Así discurrió su vida, con valor y decisión, valores que aportaron a la historia uno de los mayores acontecimientos conocidos, el apoyo a Cristobal Colón en el descubrimiento de América.

Murió el 26 de Noviembre de 1504 en Medina del Campo de cancer de Útero.

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